martes, 15 de abril de 2014

En el Mundo del "Haz lo Que Digo" hay que Dar el Ejemplo

Es una pena ver que aquellas personas realmente saludables no son observadas. Existen pueblos donde las personas viven más de 100 años, comunidades enteras! Pero claro, ellos no necesitan venderle nada a nadie. Ellos no tienen marketing, ni quieren tenerlo.

Hoy somos personas privilegiadas. Existe tanta información por todos lados... Internet es una bendición para quienes podemos hacer un uso educativo de ella.
Hoy es una responsabilidad tomarnos el tiempo para re-educarnos. Tomarnos tiempo para re-aprender acerca de cosas elementales del vivir. Pasamos toda la vida en este cuerpo, ¿Cómo puede ser que no sea prioritario educarnos para sacar el máximo provecho del mismo? Si a partir de la salud podemos edificar todo lo que querramos en nuestra vida.
Sin embargo, preferimos poner nuestra manos en nutricionistas, en médicos, en "especialistas" de la salud. Especialistas que a la vuelta de la esquina se los encuentra fumando un cigarrillo. Especialistas con sobrepeso, con poca salud, con poca alegría.
Realmente me pregunto como terminó ocurriendo esto... ¿Desde cuando es más autoridad un papel pegado en la pared que la energía que emana una persona saludable y feliz?

Pero la culpa es nuestra. Es nuestro miedo el que no nos permite actuar, y no entendemos que el miedo es la causa de nuestros problemas. Desde el momento que estamos más enfocados en el miedo a perder que en la posibilidad del ganar, nuestra vida se convierte en algo tacaño y amarrete.

Volviendo al tema que atañe esta entrada: hay que dar el ejemplo. No arriesgamos porque tenemos hijos y familia, y les enseñamos a ser poco saludables, a corromperse por dinero, a no ser felices...
No podemos ser felices y los "educamos". Son ellos quienes deben educarnos, mostrándonos como se es feliz con nada. No se necesitan comodidades ni grandes cosas. Ellos con un solo juguete son felices. Y si al muñeco le falta un brazo, serán felices igual. Nosotros en cambio, nos avergonzamos de no tener, de ser menos. Buscamos acumular en vez de disfrutar, con la creencia de que el acumular nos permitirá disfrutar del mañana. Y mientras tanto la vida se pasa...

Considero que a la hora de predicar lo más importante es el ejemplo. Si no podemos llevar a cabo lo que decimos, la palabra carece de valor. Si queremos ayudar, si queremos educar, primero debemos empezar por nosotros.

Tal vez no podamos saber que se esconde debajo de nuestro cuerpo... un espíritu, un alma, algo que nos conecta. De seguro se trata de energía, y dicha energía se materializa mucho más en nosotros cuando el canal esta limpio para que eso se deje ver. Dicho canal no es más que nuestro cuerpo y nuestra mente.
En la medida que nos limpiamos y nos vaciamos, damos lugar a llenamos de nuestra luz interior.






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