martes, 22 de abril de 2014

La verdadera alimentación es la puerta de entrada a algo desconocido

La verdadera alimentación es la alimentación para la cual nuestro cuerpo fue diseñado. Es la alimentación lógica para el cuerpo que poseemos.
Basta con mirar un poco nuestro cuerpo -sin prejuicios- para entender porque la naturaleza nos diseñó de esta manera. Claro que además debemos entender que la naturaleza es más sabia que nosotros. La naturaleza fue la que nos dió vida a través de la evolución, así como la existencia le dió vida a la naturaleza creándola. Somos un producto en permanente evolución.
Entendiendo todo esto, podemos analizar nuestra dentadura y compararla a la de animales carnívoros y omnívoros. Podemos analizar nuestras uñas y manos. Podemos analizar nuestro tracto digestivo y nuestra capacidad de digestión de alimentos provenientes de animales en contraste con los provenientes de los árboles y la tierra. La posición de erguido, la capacidad de apertura de nuestra mandíbula. La forma en la que necesitamos masticar los alimentos. Todo esto nos indica que somos animales frugívoros.
Ser frugívoros no implica comer solo fruta, y eso es algo que hay que tener presente. Se puede ser frugívoro y comer cantidad de alimentos nutritivos y deliciosos, verdaderos manjares. Existen cantidad de combinaciones de sabores y una infinidad de vitaminas y vida que acompañan este tipo de alimentación.

Volviendo al tema de la entrada, esta forma de alimentación nos transporta literalmente a otro mundo. Recuperamos la naturaleza de nuestro ser, porque escuchamos a la naturaleza nuevamente. Nos volvemos más naturales y junto con ello nos volvemos temerarios. Nos volvemos corajudos, perdemos los miedos. No volvemos salvajes.

Se trata de un mundo animal y también de un mundo místico. Como si dos naturalezas que se contradicen se unieran bajo una misma causa.
Esta sociedad tiende a asociar el instinto animal con la falta de evolución, que error! Creemos que por parecernos a los animales y ser menos sofisticados somos inferiores. Podemos ser más seres humanos que cualquier ser humano siendo muy animales, y es justamente ese instinto animal el que despierta nuevos sentidos desconocidos para nosotros hasta ese entonces.
Nuevas percepciones, nuevas sensaciones... Volvernos más animales es una escalera hacia la evolución de conciencia, por más contradictorio y raro que suene.
Incursionar en el mundo de la verdadera alimentación es empujar la primera ficha del dominó de nuestra conciencia.

El trabajo hacia una verdadera alimentación no es fácil pero se lo puede hacer muy de a poco y suavemente, y es algo que hablaré en la próxima entrada.

Animáte a conocer tu rugido, tu aullido y tu olfato...
Animate a conocer tu instinto animal...






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